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12 julio 2013

El coche de mis disléxicos...


 Antes de irme de vacaciones una breve descripción. El otro día como tantos otros padres me tocó llevar mi furgoneta a pasar la ITV. Aunque sabía que todo estaba más o menos bien, siempre cuando estás esperando a que te den el visto bueno, te entran mil dudas: los neumáticos; los frenos; las luces de freno y... te pones a pensar. Esta vez la inspección fue más exhaustiva, el técnico se metió dentro de la furgoneta para ver los cinturones de seguridad. ¡Horror! Mi coche por dentro, en eso no había pensado. Menos mal que solo le interesaba los cinturones y sus correcta sujeción, pero que vergüenza, que caos de coche. 

03 julio 2013

Nuestro verano y nuestra dislexia.







Llegó el calor, llegó el verano y llegó el momento de descansar. Es verdad que llegó la mejor parte del año, donde no hay deberes, ni exámenes, no hay mochilas llenas de cuadernos,  ni nada que nos vayan a preguntar, llegó nuestro momento de disfrute. De disfrutar de nuestros disléxicos sin estres, de reírnos y de poder aprender cosas nuevas, cosas útiles y divertidas.

Creo que el verano es un momento bueno para poder reinventar a nuestros hijos. Si reinventarlos pudiendo enseñarles o ayudarles a que desarrollen aquellas facetas que no han podido durante el curso. Les damos tiempo libre para que vagueen y duerman, sobre todo si son adolescentes. Les damos tiempo libre para jugar, para pasarse horas delante de la play o para jugar a las casitas, a los legos y a construir cabañas. No pasa nada si llega la noche o llega el temido domingo, no pasa nada pues mañana cuando se levanten seguirán jugando.