Me encanta correr, llevo diez años que mi placer secreto consiste en ponerme mis zapatillas, mis cascos y correr. No os creáis que soy una deportista nata o que me dedico a los maratones. Aunque tengo que confesar que una meta mía es ser capaz de correr una media maratón. Pero los años pasan... y creo que va a ser un sueño no logrado. Mientras corro me evado y sueño despierta. Me encanta imaginarme cosas, situaciones y curiosamente a veces esos sueños se cumplen.
Muchas veces me he imaginado el siguiente sueño. No os riáis, pues puede que se cumpla, pero de verdad que lo he pensado muchas veces. He pensado que conseguía una cita con el ministro de educación y con la consejera de la comunidad autónoma. Los dos sentados en una misma mesa y me preguntaban sobre como gestionar la dislexia. Me decían que hablase libremente, que en cuestión de quince días todas las peticiones serían efectivas, que harían un decreto especial para las dificultades en el aprendizaje. Pero un decretazo, de esos que no dejan nada sin atar. Que el objetivo del mes era convertirse en el país pionero en esta materia. Yo sentada, tan tranquila empezaba a pedir mi lista de deseos y ellos muy aplicados no paraban de escribir todo, y lo que es mejor de asentir diciendo que estaban de acuerdo.